Pinta formas aleatorias en un huevo con un pincel de agua y acuarelas. Usa un rotulador permanente para delinear las formas de acuarela, transformándolas en diseños reales.
Puedes usar huevos reales vaciados o los de plástico mate, algodón, los de plástico normales con una capa de gesso, etc.
Paso a paso
Esperamos que os lo hayáis pasado bien con esta manualidad 😍
Curiosidades:
Se cree que el conejo de Pascua viene de una tradición alemana del siglo XIII, cuando el cristianismo aún no llegaba a la zona. El conejo estaba asociado con la fertilidad y nueva vida, por lo que personalizaba el renacer tras el fin del invierno y comienzo de primavera.
Cuando el catolicismo se convirtió en la religión dominante en Alemania, ya en el siglo XV, el pagano conejo se mezcló con la festividad religiosa y, como el inicio de primavera y Semana Santa suelen ser en fechas cercanas, el conejo pasó a conocerse como «el conejo de Pascua».
Sobre los huevos, se cree que se añadieron a la tradición representando el fin del ayuno y restricciones de Cuaresma.
En un principio eran huevos pintados a mano que los niños se regalaban entre ellos, pero al adaptar la tradición, cambiaron los huevos tradicionales por unos deliciosos de chocolate y el conejo, ya símbolo de la festividad, se convirtió en el encargado de repartirlos.